#Automovilismo El piloto, Luciano Preto, dio a conocer sus sensaciones de la edición 50° del GPH, tras la suspensión de la mítica prueba.
El ganador de la general del Gran Premio de la Hermandad en su edición N° 50, Luciano Preto, dio a conocer sensaciones a cinco días de la suspensión de la mítica prueba. “Todos acompañamos a Martin y su familia, esperando su recuperación”, enfatizó.
Si bien todavía la organización no ha dado a conocer una postura definitiva sobre la clasificación y resultados finales del 50° Gran Premio de la Hermandad, está claro como el agua que el ushuaiense Luciano Preto se adjudicó la victoria tras ser el primero en arribar a Porvenir en una tumultuosa primera etapa.
“La carrera para nosotros arrancó muy complicada. Se nos rompió el motor volviendo de la rampa el jueves y, por suerte, teníamos un motor en Ushuaia. Miguel Jerez nos lo llevó a Rio Grande y a las 5.30 de la mañana terminaron los chicos de ponerlo”, comenzó relatando.
Y agregó: “Sabemos que el Clasificatorio no fue bueno, pero pudimos largar quintos, lo que terminó siendo un buen lugar. La idea era salir con el auto entero del TF1, cuidar las cubiertas en esos sectores donde un error se puede pagar muy caro. Cuando salimos al asfalto encontramos a Lucas cambiando cubierta y se veía un poco más adelante a Christobal. Eso nos dio la pauta de que el ritmo era bueno”.
“Saliendo de la frontera argentina pasamos a Mladinic y en la carga de combustible nos avisaron que veníamos ganando por algunos segundos. Pasando el Estero encontramos a Jacob que había roto motor asique desde ahí pudimos tomarnos un margen, regular un poco la carrera sabiendo que los de atrás tenían que pasarnos y sacarnos varios minutos para recuperar el tiempo. A partir de ahí fue más tranquilo para llegar con una muy buena ventaja que nos tranquilizaba para el domingo”, completó en su resumen, además de agradecer a su navegante Ayrton (Pavlov), al equipo Staler Competición y mecánicos que lo acompañaron.
Como siempre, en el GPH tenes un momento complicado y así lo detalló: “Lo más complicado de la etapa fue cuando a nuestro auxilio se le reventó la manguera de carga. Salimos de ahí después de que nos lograron cargar y el auto marcaba medio tanque, así que hicimos varios km con la duda de si se había logrado llenar o no después del inconveniente. Por suerte con el pasar de los km confirmamos que si”.
“Y ni hablar lo del motor que fue un muy mal trago. Somos de tener todo listo con mucha anticipación, mi viejo trabajó mucho junto con Joel y su equipo para tener todo listo y que pase eso a último momento fue complicado. Pense que no podríamos largar y por suerte se resolvió”, prosiguió.
Antes de dejar un mensaje claro: “Espero que todos desde el lugar que ocupamos nos encarguemos de que esta carrera siga adelante, con los cambios que hacen falta para eso. Que dejen de buscar errores en el otro, sea argentino o chileno y que entiendan que la única forma de que esto salga adelante es que realmente tiremos todos para el mismo lado, escuchando a las personas que saben y basados realmente en un reglamento lógico y actualizado. Fue un GPH muy distinto que sin dudas marcará un antes y un después. Ojalá todo se resuelva de la mejor manera y todo mi apoyo a la familia Thompson”.
Preto es sinónimo de Hermandad y, en las bodas de oro, marcó el camino. Una vez más.