#Basquet El alero fueguino fue una de las figuras para el subcampeonato, tras enfrentar a Pichincha.
El alero fueguino Sebastián Morales sigue escribiendo páginas doradas en su trayectoria y ahora lo hizo en Bolivia vistiendo los colores del Atómico Calero, siendo una de las figuras para el subcampeonato tras una serie clásica para el infarto ante Pichincha. Cayeron 66-68 en el quinto y decisivo partido de la final. Próximo destino: Liga Nacional con Platense.
Si hablamos de básquet fueguino no quedan dudas de que uno de los nombres más importantes es el de Sebastián Morales, nacido en Punta Alta, pero formado en su etapa más relevante en Ushuaia.
El “Flaco” jugó en los seleccionados juveniles de baloncesto de Argentina, participando del Sudamericano Sub-17 de 2005, el FIBA Américas Sub-18 de 2006 y el Mundial Sub-19 de 2007, siendo una de las referencias a nivel nacional de la época.
Su trayectoria incluye más de quince clubes de la Argentina, iniciando su carrera en Escuela 3 de la capital fueguina y sellando su contrato con Gimnasia de Comodoro Rivadavia en sus primeros pasos.
Luego pasaron Firmat, El Sureño, Almagro, Banda Norte, San Martin, Sport Club de Cañada de Gomez, Instituto, Estudiantil Porteño, Platense, Ramos Mejía y ya en Liga Nacional de Basquet: Quilmes de Mar del Plata, Olímpico La Banda y el “Calamar”, que ahora volverá a ser su casa tras el paso por la Libobasquet.
Esta primera experiencia internacional en Potosí, Bolivia, a más de 4000 metros de altura, sin dudas que será una de las más exigentes de su historia, difícil de superar, ni hablar lo lejos que estuvo de su familia por tres meses.
Llegó a la institución como refuerzo para recuperar el trono que supo conquistar Calero en 2017 y 2018, quedando en la puerta de la gloria a pesar de realizar actuaciones superlativas a lo largo de la temporada.
Es que Morales fue pieza clave para el rendimiento del equipo a lo largo de la etapa regular y los playoffs, sumando un promedio de 30 minutos por partido, lo que habla de la importancia que ha tenido para el subcampeonato de Atómico Calero.
Ni hablar lo que hizo en el cuarto juego de la serie final, cuando estaban obligados a ganar debido a un comienzo negativo de 0-2 y necesitaban imperiosamente igualar 2-2 para alcanzar el quinto partido. Fue el MVP con 22 puntos en 35 minutos en cancha con 8-8 en libres, 2 robos, 2 rebotes y 2 asistencias.
Ahora su futuro estará en Platense, de vuelta en Argentina, para afrontar el máximo certamen de la Argentina: la Liga Nacional de Basquet.
Pichincha en el quinto
Como toda buena final hasta el último suspiro. Pichincha sufrió, luchó y se proclamó campeón de la Liga Boliviana de Básquetbol (Libobásquet) al derrotar por 68-66 a Atómico Calero, en el coliseo Ciudad de Potosí. La Vieja Casona suma su segunda estrella en el certamen más importante del básquetbol nacional y representará a Bolivia en la Liga Sudamericana.
Fueron cinco finales de los equipos más exitosos de esta rama en el país. Atómico Calero y Pichincha se vieron las caras desde hace unas semanas para definir el título al mejor de cinco.
Pichincha había arrancado con dos triunfos consecutivos, pero Calero reaccionó y supo igualar la serie a 2 y ambos tuvieron que resolver esta disputa en el quinto juego.
El público no defraudó. El reducto de la Villa Imperial quedó chico, “no cabía ningún alfiler”. Ambas escuadras presentaron a sus hinchadas en una fiesta de los campeones.
El partido estuvo a la altura de una final. Pichincha comenzó a ganar el juego con los tiros certeros de Hunter Preston, quien tuvo una noche peculiar. Calero estuvo con el beniano Raúl Salvatierra, uno de los baluartes bajo el aro. El primer cuarto terminó 13-9.
Para el segundo cuarto, Pichincha comenzó a mostrar flaquezas con René Calvo, quien de buenos partidos anteriores empezó a contar con errores en sus tiros. Tampoco estuvo brillante en ese momento el cubano ecuatoriano Adriano Barreras.
Calero reaccionó y pudo adelantarse con un triple de Brandon Escalante sobre el final del segundo cuarto para estar arriba por 26-27.
El tercer cuarto, de bastante lucha, pudo ser más parejo, pero Calero se mantuvo al frente. Esta vez por 46-48.
Finalmente, en el último cuarto los tiros comenzaron a ser eficaces. Tanto Pichincha como Calero mantuvieron este rito hasta llegar a los minutos finales, donde la vieja Casona pudo concretar el 68-66 y dar la vuelta olímpica en el coliseo.
Con esta victoria, Pichincha se saca la espina del subcampeonato conseguido el año pasado, al caer ante Nacional Potosí, y logra su segundo título nacional.
