#Automovilismo "Pechito" López hizo un repaso de su campaña y cómo afrontó las primeras temporadas en Europa.
(Por Campeones)
El cordobés hizo un repaso de su campaña y cómo afrontó las primeras temporadas en Europa, con 14 años; habló sobre su decepción de no poder llegar a la F1, y cómo se recuperó para competir en nuestro país y volver al espectro internacional, logrando los tres títulos en WTCC, corriendo en el WEC y su frustrado paso por Fórmula E.
José María López charló amenamente con Carlos A. Legnani (h), a través de la plataforma de Instagram, desde su hogar de Río Tercero (Córdoba) adonde se encuentra realizando una cuarentena tras haber vuelto de Estados Unidos. "Estoy cumpliendo con la cuarentena, porque estuve en EE UU. y volver a Europa era una incertidumbre. Vine justo a tiempo porque después se cancelaron todos los vuelos", afirmó "Pechito" sobre su viaje.
Mientras cumple con el aislamiento, se preocupa por su actividad física para estar en forma cuando se retome la actividad. "Es importante entrenar y estar al 100% porque cuando esto termine hay que estar a pleno y a nivel competitivo", aseguró el cordobés, quien recordó que durante su primer viaje a Italia, con 15 años, hacía un trayecto desde donde vivía hasta el taller en bicicleta, y esto le sirvió para ejercitarse.
"Pechito", quien alterna entre Córdoba y Mónaco sus residencias, sabe que son tiempos difíciles por la prevención del Coronavirus, y lo importante es cuidarse y acatar las medidas de cuarentena. "Es una triste realidad la que nos toca vivir a todos, estos momentos nos ayuda a encontrarnos con la familia, y desconectarse de una actividad en donde estamos estresados", argumenta sobre estos momentos especiales.
Una vez que se las carreras vuelvan a disputarse, ¿cuáles son sus prioridades? "Todavía tengo objetivos para cumplir en Europa. Mi carrera está siempre impulsada por metas y hoy me meta es ganar las 24 horas de Le Mans, cuando la cumpla será otra cosa. Siempre busco cómo seguir creciendo como piloto y persona, y cuando sienta que ya está todo cumplido, será el momento de pegar la vuelta", confía.
Además dejó en claro que la carrera emblemática en la pista francesa es impactante. "Cuando llegás sabés que tenés una oportunidad. Es dura porque hay muchos pilotos con muy buenos autos. Es una carrera fantástica a la que llegás a amar y odiar al mismo tiempo, como me pasó el año anterior, porque uno vive para esa carrera", reconoció López.
En su amplia trayectoria, el riotercerense consiguió llegar a integrar el proyecto Renault, y tuvo la posibilidad de correr en Fórmula 1. "La etapa de Renault en F1 estuvo cerca, porque era entre (Nelson) Piquet Jr. y yo. Si bien había ganado todo en la escuela de Renault tuve que toparme con Heikki Kovailanen. Ambos estuvimos en una misma línea de rendimiento, pero la marca decidió por él porque era más grande", indicó.
"Eso me llevó a correr en GP2 con un auto que no estaba para ganar, y me esforcé en andar más rápido y esto me hizo cometer algunos errores. No es culpa de nadie, pero si contaba con alguien que me guiara pude haberlo conseguido", manifestó sobre sus competencias en Dam's y Super Nova, entre 2005 y 2006.
En 2003 tuvo la posibilidad de manejar un Minardi de F1, en Vallelunga. "Minardi también me quería y el presupuesto era mínimo, pero no se dio porque no tenía el apoyo suficiente. Y después con Renault pudo darse otra vez, pero ya Piquet contaba con el aporte y se subió él", rememoró.
Sobre finales de 2006 y cuando se terminó el vínculo con Renault, retornó a nuestro país, con la intención de retirarse con 23 años de edad. "Cuando volví a la Argentina me instalé en la casa de mis padres, y solo los que estaban en el ambiente del automovilismo sabían y conocían mi trayectoria en Europa. Y en realidad no tenía ganas de seguir corriendo y estaba desilusionado con todo. Estuve seis meses sin correr", manifestó.
Uno de esos días del verano de 2007, recibe el mensaje de un viejo amigo. "Un día me llama Víctor Rosso y nos encontramos en su estación de servicio en Carlos Paz, junto a mi cuñado y mi hermano. Me dijo que tenía que correr y disfrutarlo, porque ya un piloto profesional, y así me armó un Honda", auto con el cual empieza su campaña en TC2000, en donde se corona campeón en 2008 y 2009 con la marca japonesa.
La temporada 2009 fue una de las más fructíferas para el representante de Río Tercero. Es campeón de Top Race V6, con el equipo AS Racing, tras haber iniciado esa temporada con Sportteam, y de Súper TC2000, con el equipo PSG16. En Turismo Carretera corría con Torino, marca con la cual estuvo cerca de celebrar el campeonato, pero por una mancha de aceite en Buenos Aires no pudo alcanzar ese lauro ni conquistar la Triple Corona.
Tras varios años, y luego de un rutilante triunfo en la fecha de WTCC que se corrió en Termas de Río Hondo, con un BMW, tuvo contactos con la marca Citroën que formaba su equipo con Yvan Muller y Sebastien Loeb, para conquistar el cetro en 2014, con los C-Elysée, dejando una muy buena impresión en un test con ellos.
"Vivía muy bien acá, corriendo en tres categorías, y me volví a Europa casi sin nada. Cuando pruebo con Citroën aún no tenían el tercer auto confirmado. Y recién me aseguré el 12 de diciembre de 2013, cuando estaba definiendo el campeonato de Top Race en Centenario. Desde ahí tuve que volver a Ezeiza y llegué a Francia el 17", señaló López.
"Antes de empezar el campeonato, probamos mucho con Yvan Muller y Sebastien Loeb y sin darnos ventajas. Mi objetivo era seguir otro año, y si era tercero ya era un buen resultado. No tenía presión y solo tenía que hacer las cosas bien", amplió sobre la competitividad de sus reconocidos compañeros franceses. Muller campeón de WTCC en cuatro ocasiones, y Loeb referente del WRC con nueve coronas.
"Esa temporada fui ganando, y con ello aumentaba la confianza, y haciéndome más fuerte. Y en esa lucha, Muller se encegueció, porque no creía que le ganara", añadió "Pechito" sobre esa disputa interna, que tuvo en la carrera en Salzburgring su bisagra en la relación, con aquél roce que tuvieron y que motivó el abandono del francés, quien se mostró molesto.
"Al terminar la carrera, Matton me llamó y junto al técnico se juntaron primero Yvan, quien quería que me echaran. Yo esperaba afuera del motorhome esperando lo peor y pensando en que ahí terminaba mi carrera. Cuando salió me llamaron y me dejaron tranquilo, porque consideraron que ese incidente fue natural de la carrera y me apoyaron. Ahí me sentí muy bien y continuar ganando y logrando el título", confió.
La relación con Muller luego se fue afianzando y mantuvieron un gran vínculo, tras esa primera temporada. "Lo ayudé a ganar su última carrera en WTCC", añadió "Pechito".
Al concluir el programa de Citroën en WTCC, apareció la posibilidad de correr primero en Fórmula E, integrando el equipo DS Virgin, y luego el Techetaah y Dragon.
"Yo llegué porque estaba en el proyecto de Citroën, no quería hacerlo pero acepté porque volvía a manejar un auto de fórmula después de muchos años. El primer año no fue malo. Si uno mira los números estuve en diez de doce carreras por delante de Sam Bird, uno de los referentes, y terminé haciendo podio", repasó sobre sus primeros e-Prix.
Con respecto a la segunda temporada, indicó: "Fue difícil, y ante la ida de DS con Techeetah, el director del equipo me hizo una mala jugada cuando falté en dos carreras porque empezaba con el WEC. Como Jean-Eric Vergne era socio del equipo, no me quería". Luego recaló en el team Dragon Racing en donde tampoco fue de lo mejor.
Al analizar su ingreso a la escuadra de Jay Penske, López dijo: "Empezamos bien, pero el último año fue catastrófico, porque siempre pasó algo que no permitió hacer mejores resultados". A ello, había que sumar que los autos de LMP1 como el Toyota TS050 Hybrid ya contaban con su mayor dedicación.
Ganarse un lugar en Toyota Gazoo Racing fue un objetivo que se cumplió tras una serie de test con otros once candidatos a sentarse en uno de los autos japoneses. "Cuando surgió esta posibilidad, Toyota me llama porque habían visto las comparaciones con Yvan Muller en WTCC. Fueron doce pilotos, en tres grupos. Era salir y hacer una vuelta de calentamiento, y después 35 giros a fondo, en donde te equivocabas quedabas a fuera", repasó.
"Pechito" resalta: "Me dolía el cuello, no solo la espalda, y en las últimas vueltas había curvas que no veía. Y yo deseaba correr en Le Mans. Se dio una combinación que fue muy linda. Leer el reporte de la prueba, es más que satisfactorio. Me lo gané y fue una satisfacción personal. ¡Nunca nadie me regaló nada!".
"Mi objetivo y ganas estaban en el WEC y llegó para cubrir ese vacío que dejó la F1. Era el momento de enfocarme sobre el certamen", afirmó "Pechito" quien mantiene una estable relación con sus compañeros de Toyota Gazoo Racing en el Nº7, Mike Conway y Kamui Kobayashi."Además de compañeros y amigos los considero como mis hermanos. Nadie se siente estrella arriba del auto, y cada uno pone los suyo", destacó.
Durante este tiempo también tuvo a Fernando Alonso como compañero, corriendo en el Nº8 con Sebastien Buemi y Kazuki Nakajima. "Cuando llegó al equipo eso significó mucho para nosotros por su jerarquía de haber estado en F1. Nos dio la oportunidad de conocerlo más como piloto, uno de los mejores que dio el automovilismo en 100 años", reconoció. "Tuve el privilegio de compartir con él muchos momentos, aprendiendo y compitiendo, porque no le gusta perder", consideró al español.
Consultado sobre si existe posibilidad de verlo pronto en nuestro automovilismo, nuevamente, apuntó: "Nunca se sabe sobre la vuelta de la vida, pero sí volvería".