#Futsal Mercantil se quedó con la Copa Ushuaia2025, tras vencer a HAF.
FOTO (Law Olguin)
(Por Lien Tapia)
En la tarde del domingo, Mercantil se consagró campeón de la Copa Ushuaia 2025 al vencer 7-3 a HAF en una nueva final y, ahora, los del CECU mandan en el ranking de campeones domésticos con siete trofeos. Época dorada.
Se encendieron los reflectores de una nueva final del Futsal AFA en la ciudad capital. Lo que había sido un sprint final, con semis entre semana, desembocó en una nueva final en el mítico Cochocho Vargas. Ahí Mercantil y HAF se encontraron, otra vez, en pugna por la gloria eterna, otra vez los dos que marcan la agenda del futsal moderno.
El camino, como marcamos, había puesto en el calendario a las semifinales de manera frenética entresemana. HAF enfrentó el miércoles a Camioneros y, sin ser una de sus mejores versiones, lo superó 4-0 aprovechando los errores del Camión y manejando el trámite con aplomo.
Mercantil, por su parte, tuvo su choque el viernes ante UOM, un cruce bastante habitual en los playoffs de los últimos torneos y en el que, al igual que habitual, es también la supremacía de los ahora dirigidos por Guapurá ante la ausencia de Sánchez. Mercantil se quedó con un 7-1 que no resiste ningún tipo de análisis.
La velada final quedó clara, los dos máximos ganadores de estos tiempos y protagonistas de una de las finales más históricas de nuestro futsal, como lo fue la del Apertura pasado, se volvían a ver las caras.
En primera medida, el dato previo a la final era la ausencia de Torres y Oberti en el rojinegro por diferentes suspensiones. Mercantil venía de reincorporar en cuartos a un estelar Lucas Aravena que sería clave.
La bola rodó en el “Cochocho” y las pulsaciones se pusieron a disposición del show. Empezó metido HAF, dinámico y atento, tan así que Damián Nicoliello en el amanecer del match capturó un error de Nelson González, que dejó la bola muerta y cambió por gol.
A partir de allí, el juego ganó en intensidad hasta conseguir afinar las intenciones y entrar en clima y tiempo real de juego. Una vez que las propuestas sobre la pista fueron más claras, el plan de Mercantil comenzó a cobrar frutos.
Es que los del CECU tienen, cómo ya hemos dicho muchas veces, una intensidad superior a todos los elencos de la ciudad, un sprint físico y técnico que no se ve afectado jamás en el recambio y, si mezclan esa intensidad, con precisión y concentración, son un rival casi imposible de derrotar en un duelo que se plantee de igual a igual.
Pero ocurre que HAF no suele traicionar sus ideales y también trata de salir a protagonizar y a imponer sus condiciones en cada duelo, por eso pese a ir ganando siguió yendo al frente, incluso en el recambio, que no es tan equilibrado para los rojinegros.
Tanto fue así que en una de las presiones altas de HAF, Mercantil encontró un desajuste importante por el cual Grandis, con una doble pisada previa habilitó a Corcho Pérez quien, a la carrera, pinchó la bola por sobre Ortiz para poner pardas en la final.
A partir de allí, el mejor Mercantil apareció y empezó a inclinar la balanza. Mercantil te muerde, te corre, te tira, te cansa, te obliga a equivocarte y, cuando recupera, te liquida porque tiene nombres de jerarquía total. Por si fuera poco, allá por la mitad de la etapa inicial, Aravena presionó a Nicoliello que trataba de filtrar largo, para robar y sorprender a Ortiz, que nada pudo hacer poniendo el 2-1 para los suyos.
Así al descanso. Luego, en el complemento, otra faceta del juego se vio en el Merca, es que el recuerdo de la final perdida en el Apertura debía estar presente en el inconsciente colectivo. Por eso esta vez en el segundo episodio, Mercantil dejó de correr y se dedicó a dominar, a pensar y a ordenarse para volver estériles los intentos de ataque de su rival.
Poco pasaba en el Microestadio, algún arrebato de Godoy, alguna transición de Oliva, pero poco más, hasta que HAF sacó del bolsillo uno de sus puñales favoritos, el uso del quinto jugador, con el cual había revertido la mencionada final del torneo pasado.
Sin embargo esta vez Mercantil olió la trampa, y nunca, pero nunca compró. Se mantuvo en su orden y en su despliegue sin pasar mayores sobresaltos. Tanto así que a falta de once minutos, una vez más Aravena presionó alto, con tanta convicción que obligó al error de Luciano Nicoliello y marcó un 3-1 que empezaba a teñir de celeste a la final.
Hasta ahí todo se mantenía en suspenso. Pero una vez más Mercantil encontró el camino. Está vez en los pies de Dorsch, que encendió la nave, fue por adentro entre piernas rojinegras y descargó para un Aravena que anotó su tercera pepa personal para un 4-1 que se volvía irremontable.
Es verdad que el corazón de Oliva sirvió para ponerse circunstancialmente 2-4, pero también es verdad que nunca en el aire se sintió que fuera la noche para HAF. Además, Baumgartner también se anotó en velada quebrando la cintura y habilitando a Cocho Pérez que metió el quinto, otro golazo.
Descontó Mansilla para el 3-5, aunque una vez más Dorsch x2 puso cifras finales para sellar la noche con el escudo de Mercantil grabado para siempre en la Copa. Los de Guapura superaron a HAF, fueron mejores y sobretodo más constantes. HAF esta vez no pudo encontrarle la vuelta. Fue un juego de error y de aciertos, fue una final entregada al juego y a la dinámica, limpia, linda, bien jugada.
Fue para Mercantil que ahora buscará el Clausura y el duelo histórico ante el campeón del Futsal AFA del profesionalismo. Fue la séptima estrella del Merca, la que lo eleva por sobre los veinte elencos que actualmente militan en el futsal nuestro de cada día, como el máximo ganador. Marca una era este equipo. Le ha tocado perder, es verdad. Ahora le tocó ganar, pero sin dudas es uno de esos equipos que, cuando pasen los años, quedará en la memoria de todos.
