#Tenis Juan Martín del Potro está en plena rehabilitación luego de someterse a una cirugía en su rodilla derecha.
(Por La Nación)
Juan Martín del Potro se sometió a una artroscopia en la rodilla derecha hace poco más de un mes, el 27 de enero. Y en lo que menos está pensando hoy es en jugar tenis. El campeón del US Open 2009 tiene otras prioridades. Principalmente, fortalecer la rodilla que en su momento sufrió la fractura de rótula y dejar de sentir los dolores y pinchazos que, todavía hoy, padece.
Está en Miami, donde fue operado por el doctor Lee Kaplan, en el Instituto de Medicina Deportiva de la Universidad de esa ciudad. Su entorno entiende que allí seguirá, al menos por un tiempo. En esa porción de la Florida está a un paso del especialista que lo operó, tiene a disposición una óptima infraestructura para realizar los ejercicios de rehabilitación y se encuentra, de cierta manera, lejos del bullicio y la vorágine de Buenos Aires. También se refugió en Miami en otro momento crítico: en la última parte de 2015, tras haber estado cerca del retiro por las cirugías de muñeca izquierda.
A fines de enero, en la sexta cirugía de su carrera, a Del Potro se le practicó un toilette artroscópico, una "limpieza" de todo lo que estaba mal en la rodilla derecha. En ese momento, el tandilense estuvo acompañado por Diego Rodríguez (licenciado en kinesiología fisiátrica). En 2016, cuando Del Potro ya había desarmado a su grupo de trabajo, Rodríguez se convirtió en una pieza clave incorporándole otro sistema de prevención de lesiones y entrenamiento, y siguieron vinculados desde entonces. Quince días después de la intervención de rodilla en Miami, Rodríguez retornó a la Argentina y en EE.UU. lo reemplazó otro kinesiólogo de su equipo, Germán Hünicken. El tenista de 31 años, su equipo y el cuerpo médico se plantearon unos 70 días para pensar únicamente en fortalecer la rodilla. Con suma cautela, sabiendo que el reloj corre con mayor celeridad que hace unos años. Sin pensar en empuñar una raqueta, por ahora. Y así es hasta el momento. Mucho más porque el ex número 3 del mundo sigue sintiendo molestias y eso lo preocupa. Los deportistas de elite suelen convivir con el dolor y las molestias después de las cirugías son "normales", pero algunos tienen más tolerancia al tormento. Durante su carrera, Del Potro siempre fue un gran ejemplo de resiliencia, pero los golpes lo fueron hiriendo y cada vez soporta menos las incomodidades físicas.
El proceso es muy pausado. Una vez que Del Potro se sienta en condiciones y con confianza, recién allí se iniciará la transición entre los ejercicios que ahora está haciendo en Miami con el equipo de Kaplan y el entrenamiento con su preparador físico, Leonardo Jorge, a quien se lo observó en febrero pasado en Buenos Aires, durante el ATP porteño. La idea es no cometer errores del pasado ni adelantar pasos que luego puedan ser en falso. Por eso no hay plazos para regresar al tenis, aunque los Juegos Olímpicos de Tokio (fines de julio) y la gira norteamericana sobre cemento (agosto) son los incentivos. De todos modos, es más que simbólico que Sebastián Prieto, su entrenador desde el US Open 2017, haya logrado "la autorización" del tandilense para trabajar como coach de Juan Ignacio Londero en la serie de Copa Davis entre la Argentina y Colombia (viernes y sábado próximos), y los Masters 1000 de Indian Wells (12 a 22 del actual) y Miami (25 del actual al 5 de abril). Los tenistas Top, por lo general, no "comparten" entrenador, por más que estén inactivos. Sucedió con Franco Davin, por ejemplo, durante los años en los que Del Potro estuvo sin jugar.
"Cuando un jugador de la categoría de Del Potro emprende un regreso a la competencia es para ganar torneos y cosas importantes. No vuelve para pasar inadvertido o exponerse a perder contra rivales a los que antes vencía con facilidad", afirman aquellos que conocen bien a Del Potro. Pero está lejos de ello. Su último partido fue el 19 de junio del año pasado, ante Denis Shapovalov, en Queen's. Aquel día se resbaló sobre el césped y terminó de dañarse la rótula derecha, aquella que se sufrió la fractura el 11 de octubre de 2018 en Shanghai, frente a Borna Coric. Allí, en China, comenzó una pesadilla que contó con altibajos y distintos capítulos: dificultades físicas en su vida cotidiana, un regreso inoportuno (jugó en Delray Beach 2019, pero no tenía la rodilla curada y volvió a lastimarse), consultas médicas (después de Delray Beach, Jorge Batista, médico de Boca Juniors, por ejemplo, le recomendó que se hiciera una artroscopia como la de hace un mes, pero Juan Martín prefirió una terapia menos invasiva, con células madre), viajes a Barcelona para tratarse y operarse con el doctor español Ángel Ruiz Cotorro, pasos por Tandil para tratar de energizar su espíritu, etcétera.
Lo positivo y lo negativo que tiene, para Del Potro, haber pasado por otros procesos largos de recuperación es que sabe cómo funciona cada día. Conoce cómo puede influir la ansiedad en su mente. Se aísla en un círculo pequeño al que entran pocas personas (familiares directos, amigos, novia, integrantes de su equipo). Después de haber sido atendido por varios médicos, su confianza está en Kaplan. ¿Quién es? Cirujano y director de Medicina Deportiva de la Universidad de Miami y de los Marlins (equipo de béisbol), es "especialista en rodilla, hombro y codo". En su perfil de Twitter figura: "Ayudando a los atletas de elite a recuperar su juego". Hace un tiempo, en 2018, estuvo en Buenos Aires para un congreso de la Asociación Argentina de Artroscopia, donde dio charlas.
"Kaplan es un médico de primer nivel. Tiene muchísima experiencia en distintos deportes. Es impecable y muy prolijo en su tarea. No deja detalle al azar. Es completo. Y tiene investigaciones sobre el trabajo con células madre", le contó a LA NACION , desde Rosario, Franco Della Vedova. Ex rugbier (jugó en el club Universitario), especialista en cirugía artroscópica y en traumatología en el deporte, estudió y se formó en 2013 y 2014 en EE.UU. con Kaplan.
El mundo del tenis espera por Del Potro. El tour y los fanáticos del argentino añoran una nueva recuperación. Pero, por ahora, no hay precisiones sobre el futuro.