#Futsal Los Cuervos del Fin del Mundo se consagró como campeón del Torneo Apertura de Futsal AFA.
(Por Lien Tapia)
Los Cuervos del Fin del Mundo se consagró como campeón del Torneo Apertura de Futsal AFA tras vencer en la final a Escuela Municipal en un partidazo (3-2) y llegó a su tercer título en fila dentro de la Liga Ushuaiense.
La tarde se estremecía en casa del Deporte. Lo que había sido una larga espera estaba llegando a su fin. Es que han pasado más de cuatro semanas desde que el femenino terminó con su etapa regular, demasiado tiempo para llegar a una final.
Sin embargo, el poster estaba pegado y la cita de domingo, marcada un resaltador rojo, era sin dudas el centro de la escena futsalera del fin de semana. Ahí se veían las caras los dos elencos más imponentes, poderosos y jerárquicos de la ciudad en la rama femenina. Si, una vez más Escuela Municipal versus Cuervos, Cuervos versus Escuela Municipal.
Sobran las palabras cuando el convite es de tal envergadura, sobra en análisis previo cuando los protagonistas, o las protagonistas, arrastran un currículum que es de público conocimiento para quienes amamos la 40x20. Pero aun así, cabe aclarar cómo llegó cada postulante a la gran función.
La etapa regular del Apertura finalizó hace poco más de un mes. Y desde allí, desde ese momento en el cual Escuela Municipal se adueñó de esa primera etapa, las dirigidas por Vigil y Ceballos no tuvieron competencia oficial de nuevo.
Es decir, llegaron a la disputa del título después de un mes de no competir por los puntos. Demasiado tiempo de espera, demasiado parate. Pero a Cuervos le sucedió algo similar. Es que, si bien las azulgranas tuvieron que lidiar en playoffs, primero con Escuela D y después con CAEF para subirse la final, hace dos semanas que esperan por la cita de campeonato. Con esos asteriscos llegaron los conjuntos más exigentes y competitivos a Casa del Deporte.
Los primeros minutos de juego mostraron a Poli más dinámico, piruetas de Valentina Grandis y voz de mando de Jara, parecían ser la fórmula de siempre para éxito de Escuela Municipal. Eso, sumado a Linda Centeno intensa y activa, confundían a Cuervos. Tras una pérdida de Aravena en el área y un puntazo certero de Centeno en el que Villegas nada pudo hacer, así llegó la ventaja de Poli.
Pero algo ocurrió después del gol. Las cuervas tomaron coraje y lejos de derrumbarse, entendieron que a la final le quedaba mucho reloj por delante. Por eso, a base de pases en espacios reducidos, bolas entre líneas y claridad para lanzar y atacar los espacios, las de Luci Gómez revirtieron la pulseada. Brilló Navarro, ambas Navarro. Brilló Mejia, subió el nivel Aravena y revirtieron acciones y marcador. Después de una jugada de ancho a ancho, Jazmín Navarro soltó adentro para su hermana Vicki que, con una finta dejo fuera del mapa a Sol Jara y concretó la igualdad. De allí en más la etapa inicial fue de Cuervos con transiciones, juego asociado, recuperación, todo.
Ya en el complemento continuó el dominio cuervo, tanto en la cancha como en el marcador. Es que, a la salida de un lateral y con mucha sencillez, Gómez conectó con Mejia que, increíblemente sola, definió ante la salida de Quintana para el 2-1.
Le costó el duelo a Escuela, es cierto que a medida que los minutos corrían Cuervos se quedaba sin piernas, es cierto que Poli también lo buscó con mucho amor propio y es cierto que tuvo situaciones de gol e hizo figura a Angie Villegas, todo eso es cierto.
Lo que también es cierto es que nunca Escuela logró dominar desde el juego a su rival, que aguantó con corazón y cabeza. Que corrió, metió y si, también pegó, pero en momentos claves. Cuervos consiguió incomodar como nunca a Jara, que no recibió ayuda de sus compañeras. Cuervos consiguió anular en casi toda la jornada el talento de Grandis, Cuervos siempre fue encontrando el camino.
Acaso, el momento de mayor incertidumbre fue aquel en el que, faltando diez minutos para el cierre, Cecilia Pino -que ingresó mejor que todas en Poli-, revolucionó el ataque y arremetió contra el arco rival llegando a la igualdad después de una buena entrega de Centeno. Acaso, ese momento fue el más propicio para Escuela, ese en el que Pino desde la entrega y el hambre de gol, juntó con Sole González por la movilidad y el dinamismo, o el retiro de presión de Figueroa dieron más respuestas que lo poco que pudieron aportar en la final nombres como Flor Quintana, de poca participación, o Aixa Grandis, de pocos y deslucidos minutos.
Pero la final tenía un capítulo más. Cuando las piernas quemaban, cuando el aire cotizaba en bolsa, ahí cuando la Ola Verde iba e iba, ahí, la lucidez surgió una vez más para rescatar al campeón.
Cuando Aravena, Mejia o Navarro se revolcaban para trabar y recuperar la bola, Luci Gómez metió una diagonal fantástica al espacio, Aravena conectó con el emblema y Luci, que agarro caminando a la arquera Quintana, soltó la bola suave a contra pierna para mandarla a abrazar la red y 3-2.
Ya no hubo retorno después de semejante estallido y delirio en el banco de Cuervos. Ya no hubo posibilidad de Escuela más allá remates que siempre contuvo Villegas. Ya no hubo más, porque Cuervos se aferró a la gloria y porque Poli, incluso intentando con quinto jugador, no encontró la precisión deseada.
Gritó campeón Los Cuervos, por tercera vez en un año, nadie más ha podido levantar la copa doméstica desde que las cuervas lo han hecho. Se han quedado con un reinado poco usual, pero merecido. Se han quedado con el cetro de la ciudad una vez más, ese que tanto pero tanto tiempo fue verde.
Ahora es azul, ahora es grana, ahora es Cuervo.
